EL MUSEO DE LOUVRE ¡SI ES COMO LO PINTAN!

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EL MUSEO DE LOUVRE, DE PARIS, SE UBICA en el centro de esta metropolí europea, albergando 445 mil obras de arte, de las que apenas exponen al público 35 mil. Es considerado el Museo más importante de todo el mundo por las obras de arte que alberga.
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Por: Héctor Sarasti
Periodista de EL COMENTARISTA
París (Francia)

Ir a París y no visitar el Museo de Louvre es como ir al cielo y no darnos el gusto de jalarle las barbas a San Pedro. Lo primero tiene remedio en la preparativos del viaje; lo segundo, ni sé, ni interesa y es, como dicen los filósofos, un imposible negado que utilizo como un recurso literario para que los lectores comprendan la importancia de este Museo que, obra a obra, colección a colección, exposición a exposición, se lleva por delante a todos sus similares en cualquier rincón del mundo.

Por algo las cifras indican que de las 26 millones de personas que se pegaron el último año su pasadita por París, para chismosear por sus calles y de sus monumentos, 15 millones atraviesan la puerta principal de Musée du Louvre (en francés), para comtemplar sus atractivos.

Puerta que es, ni siendo más ni siendo menos, una de las caras de la famosa pirámide de cristal que puso de moda Dan Brown con su libro El Código Da Vinci, con su respectivo tostón de película, y por donde diariamente se traga el Museo parte de ese 57 por ciento de visitantes que van anualmente a París y no se pierden el inmenso gusto y honor de ir el hogar de la reputada (no agregar ninguna “e” intermedia) “Mona Lisa” o “Gionconda” , el cuadro del no menos famoso Leonardo Da Vinci.

En honor a la verdad, es esta pintura renacentista uno de los mayores atractivos que tiene el sitio, pero acaso no lo son menos otras importantes obras pictóricas, escultóricas y no sé qué ·“jódicas” que hay este museo que se levanta en rigurosas coordenadas terrestres entre los 48°51′36.38″N y los 2°20′22.66″E.

¿...?

Si a pesar del rigor del dato y lo ilustrativo del mismo no le quedó claro donde lo encuentra vaya, mapa en mano o navegador, sencillamente al Palacio Real de Louvre, ubicado entre la Calle Rívoli ("Rue Rivoli") y Calle Muelle Francois Miterrand ("Rue Quai Francois Miterrand"), al este y oeste; y Plaza del Carrusel ("Place du Carrusel") y Calle del Almirante Coligny ("Rue de L´Amiral Coligny"), al norte y sur; que ahí está este museo.

Pero ojo que la entrada principal (Plaza del Carrusel) está en medio de una edificación que se abre en forma de herradura y en cuyo centro, o patio, se encuentra la piramide de cristal citada que centraliza en un subterráneo toda la recepción de visitantes, pirámide tan francesa como que fue construída por un chino, nacionalizado americano, que evoca un monumento árabe en suelo galo.
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ESTA ES LA ENTRADA bajo la pirámide. Este amplio espacio fue habilitado para que todos quienes visiten el museo lo hagan desde este sitio, que está debajo del patio principal del Castillo de Louvre, hoy Museo de Louvre.

Pero como lo mandao es a ir por partes, nos atenemos a un orden que los llevará a recorrer la historia, lo que hay, la pirámide y la Monalisa.

HISTORIA DEL MUSEO

Históricamente un devenir tiene la edificación donde se aloja el Museo y otro el Museo mismo. Ambas muy diferentes a no ser que la historia las uniera el día en que un gobernante ordenó converger allí historia y arte.
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OBRAS QUE SE PINTARON hace varios siglos en los techos renacentistas del Palacio de Louvre. El cuidado que se mantiene con estos frescos implica el trabajo de diversos profesionales en el área de la restauración y de la conservación artística.

La edificación tiene su origen en un castillo antiquísimo cuya construcción data del año 1190 por cuenta de un rey que lo demolió y se construyó un palacio con todas las de la ley que es el que hoy alberga el museo, eso sí, luego de añadiduras y añadiduras y reformas y reformas. Anotamos que durante el recorrido que se hace por el museo se pueden ver los vestigios de lo que fue la muralla que rodeó ese castillo al amparo de la existencia del entonces monarca Felipe Augusto.

Pasados los siglos, las contigencias propias del desarrollo histórico y todo un chorro de monarcas, se encuentra que fue la Reina de Francia Catalina de Médicis (1.519-1.589) a la que se le vino la idea de montarse el Museo de Louvre.
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UNO DE LOS PRIMEROS PLANOS que se tuvieron del Museo de Louvre y que se conserva en la actualidad. Abajo se observa el Río Sena, que discurre por un costado del edificio.

Ésta mujer, culta e inteligente, era muy versada en arquitectura, lo que le permitió debatir como la que más la construcción del museo a pesar de que se despelucaba -más bien- por el lujo y la ostentación, por obligar a las mujeres a usar corsé y enseñarlas a montar a caballo con calzones. También se inventó como matar al prójimo traicioneramente para conservar el poder; curarse los dolores de cabeza con tabaco. Huelga decir que se hacía aconsejar del no menos ave de mal aguero "Nostradamus", contemporáneo de ella.

Pero, pese a los peses hay que reconocerle su decisión para que abriera por primera vez las puertas lo que sería el majestuoso Museo de Louvre de hoy. Puertas que como se sabe no son las mismas de hoy ya que hicieron la muy socorrida pirámide para que por allí entrara Raimundo, todo el mundo y hasta el 'hijuejundo'.

Desde entonces, año a año, el Museo fue objeto de reformas por parte de los diferentes monarcas que tuvo Francia en su historia hasta que llegó el grito de la Revolución Francesa (11 de julio de 1789) que acabó con la monarquía, destruyó hasta con el nido de la perra y abrió de par en par al público menos culto los tesoros que albergaba el que sería el museo jamás soñado sobre el planeta y esto jód... al que le jod... (a mi no, porque sé tanto de arte como que no distingo bien entre la línea del horizonte y las línea de fuga, mejor dicho, ...¡náááááá!)

Tantos años han dejado como patrimonio a ese lugar tener un inventario de todo tipo de obras de arte que suma 445 mil , de toda clase y autor, y de las que apenas están exhibidas triste 7,8 por ciento de ese total, o sea, apenas 35 mil y de las cuales si la persona quisiera ver algo significativo tendría que tener más ojos que una mosca y más piernas que un ciempies.

Esto último porque el Museo tiene 210 mil metros cuadrados de superficie de los cuales a duras penas 60.500 metros cuadrados se van en galerías de exhibición. Y, apuesto lo que quiera a usted asombrado lector, que no hay segundos en el reloj diario ni fuerzas entre pecho y espalda para en tan sólo unas horas ver tanta belleza y recorrer tantos y tantos metros de arte... ¿a que no?...

(Me debe usted un café, he ganado...)

Las obras de arte de Louvre han tenido diferentes orígenes como las colecciones artísticas de las diferentes monarquías, las donaciones privadas, lo obtenido en exploraciones arqueológicas emprendidas por los franceses a diferentes partes del mundo (por ejemplo, Egipto); la atracada tan tesa que le pegó el emperador Napoleón Bonaparte (1.769-1821) al resto de naciones cuando se fue de 'visita' a conquistar Europa y parte del medio oriente y en donde se embolsó más de un objeto de valor. Además, el Museo hace compras cuando un experto de los que tiene considera importante que una obra esté entre sus cuatro paredes.
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MUCHAS DE LAS OBRAS fueron traídas del medio oriente, entre ellas, efigies como esta. Fue el propio Emperador Napoleón Bonaparte (1769-1821) cuando hizo su famosa Campaña a Egipto, hace ya un par de siglos, quien se llevó esto como parte del botín de guerra.

“Al coleccionismo desarrollado por la monarquía francesa a lo largo de varios siglos, se sumó el esfuerzo de los hombres de la época de la Ilustración, la labor desamortizadora de la Revolución francesa y las campañas arqueológicas y compras impulsadas durante todo el siglo XIX. La apertura del Louvre en 1793 significó, dentro de la historia de los museos, el traspaso de las colecciones privadas de las clases dirigentes (monarquía, aristocracia e Iglesia) a galerías de propiedad pública para disfrute del conjunto de la sociedad.
"...Por ello el Louvre constituyó el precedente de todos los grandes museos nacionales europeos y norteamericanos, y de hecho fue el modelo para muchos de ellos”...¿y los saqueos? Nada, eso se los cuenta gratis EL COMENTARISTA.

Para orientar al lector el museo divide su exposición así: Antigüedades orientales, Antigüedades egipcias, Antigüedades griegas, Antigüedades etruscas, Antigüedades Romanas, Artes del Islam, Esculturas, Objetos de arte, Pinturas y Artes gráficas. Y eventualmente hace exposiciones sobre temas específicos.
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UNO DE LOS SALONES que hay en el Museo. Millones de personas visitaron el museo el año pasado y, aún más, cuando estuvo de moda el libro "El Código Da Vinci" de Dan Brown y la película protagonizada por Tom Hanks.

Como se ha anotado es la pirámide de la entrada un atractivo que ha mojado miles y miles de portadas de periódicos de todo el mundo, iluminado pantallas de televisores por doquiera haya, sonorizado ondas hertzianas bajo comentarios disímiles y tecleado por internet todo lo que Dios manda y más, supuestamente, por que es una misteriosa obra de arquitectura, matemáticamente simple aunque de retorcida construcción.

Y es que el chino aquel al que sus padres llamaron amorosamente 貝聿銘, para nosotros, por afecto, simplemente Leo Ming Pei, es el culpable de que 666 pedazos de vidrio laminado transparente, divididos en 603 rombos, formando 63 triángulos, levantados en acero hasta 21,3 metros de altura y encima de ese suelo del patio La Place del Carrousel sea una de las bellezas que ver en el célebre museo. Así muchos vean un misterio, la pirámide no es sino una solución original y estética, basada en la matemática, para entrar y salir de un lugar...

Este arquitecto suele gustar "de las líneas rectas y de su eficacia funcional" y recurre a materiales como el acero y el vidrio, entre otros, "para incorporar efectos impactantes para el observador".

EL COMENTARISTA en la famosa pirámide por la que se ingresa a Museo de Louvre, ubicada en la Place du Carrousel, en París. "Sabrosa la vida del pobre cuando con mucho o con ná aprecia lo mismo un sancocho que una simple tajá", dicen por allá en mi tierra. Sin comentarios.

Y esto es lo que acontece precisamente en esa puerta principal del museo, que una vez cruzada, da paso, a la derecha, a una escalera que baja un nivel y termina en el hall; o, a la izquierda, a un curioso ascensor,enrollado en otra escalera, destechado, en forma de balcón redondo, a medio pecho, en acero, que sube y baja desde que abre hasta que cierra el museo de 9 de la mañana a 6 de la tarde, con todas las salvedades, pues ese lugar alarga horarios si es día de fiesta o visita algún lugar adentro específico. Las tarifas van desde 6 euros hacia arriba, por horas de visita, lugares o exposiciones. (Hasta aquí que no trabajo en el Louvre...)

LA MONALISA

En este museo se encuentra la obra cumbre de unos de los mejores pintores que tuvo la humanidad en el Renacimiento, Leonardo Di Ser Pîero Da Vinci, más conocido como Leonardo Da Vinci (1452-1519), autor del retrato de la que se supone era Lisa Gerhardini, mujer de la época. El cuadro mide 77 por 53 centìmetros de alto y ancho, respectivamente, o lo mismo tanto como el tamaño de una pequeña ventana. Pero es tan grande y reconocido que no hay época de la edad moderna en la que no se haya utilizado dicho cuadro para una campaña publicitaria o tomado como referencia para análisis exhaustivos de la pintura de la época.
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EL SALON DONDE SE ENCUENTRA LA PINTURA de la Monalisa, de Leonardo Da Vinci, siempre es uno de los más abarrotados de gente. En la foto la magistral obra, protejida por el cristal blindado, la zona de seguridad que la separa del público y uno de los guardias de seguridad que la custodian 24 horas, 365 días año.

Y el Museo de Louvre, con semejante huesped, no podía ser menos ya que en un salón especial, detrás de unos vidrios blindados, en condiciones especiales de humedad y luz y extremadamente custodiado, exhibe su joya más preciada, la reliquia de la humanidad que miles de personas ven cada día cuando van al citado museo.

La Monalisa la llevaron a Francia en 1517 y es la reina de la atracciones desde que llego al Louvre en 1804. En 1911 el cuadro fue robado pero redescubierto dos años más tarde en un hotel en Florencia Italia.

Otras lugares anteriores donde estuvo el cuadro fueron Fontainebleau, el Palacio de Versalles, Chateau Amboise, la abadía de Loc-Dieu, el Museo Ingres de Montauban, EE.UU., Nueva York, Washington DC, Tokio y Moscú.

Fue el experto Jean Harbert quien dijo que la pintura de Da Vinci era Lisa Gherardini, esposa del mercader florentino Francesco Oscura del Giocondo. También se ha determinado que da Vinci empezó a pintarla en 1503. Los estudiosos del tema creen que Da Vinci la terminó de pintar en 1506, "porque sentía que ya había terminado con ella".
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LA FOTO HABLA POR SI SOLA. el cuadro de Da Vinci triunfa desde hace 500 años, cuando lo pintó.
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El cronista, hecha la fila, luego de esperar el momento cumbre, y oír cuchicheos de cuchicheos, en todos los idiomas, estaba allí frente a la imponente, la única, la todosmequierenver...¡La Monalisa!

Hummm... bueno, a decir verdad, para mi fue más bien un cuadro pegado a la pared que me hizo reir al recordar que, a tanta maravilla en tan poca tela, le han hecho motivo de toda clase de montajes publicitarios (bromas) con otras caras, desnuda, hablando por celular o móvil, fumando, hecha una calavera, con cara de payaso, con pelo, negra, mejor dicho como le ha dado por retocarla al payaso de turno.

Y, a su vez, me acordé allí, en donde no paraban de fotografiar y alabarla, de aquella canción, pueblerina y lejana, de mi adolescencia costeña que decía...

"En que pensaría Leonardo cuando pintó /
ese cuadro que se llama La Monalisa /
Y si él estuviera vivo al verte te pinta /
con el mismo sentimiento que pienso yo /
que cuando estaba pintando La Monalisa /
por andar de enamorao fue que la pintó...

Desde luego, yo pensaba tonterías, entre ellas, que Leonardo "Da Vinci" no nació en Vinci, Florencia, Italia, de donde hicieron emerger su apellido sino tres kilómetros más adelante, en Anchiano, luego se llamaría Leonardo "Da Anchiano", que es su verdadero origen... curiosidades y pendejadas que piensa uno...

...Y esto ha sido todo señores, de mi parte y por ahora...

“Beatus ille quem vivere in locus amoenus et carpe diem...”

(“Afortunado es quien vive placenteramente en un lugar grato y disfruta del día”)