INFORMATIVO DIGITAL DE CRÓNICAS PERIODÍSTICAS. DIRECTOR GENERAL: Héctor Sarasti. Correo electrónico: sarastihector@hotmail.com AÑO 9. 2012-2021 Estados Unidos — España. Teléfono: (0034)652012509 -
Miami (La Florida-Estados Unidos). “Hoy les puedo decir que soy parte de la gente más feliz de la tierra porque un día decidí abrir mi corazón para que Jesucristo, el Señor, cambiara mi vida porque Él sí la cambia de verdad”.
Las palabras del músico, artista compositor, productor, acordeonero y estrella de la música vallenata Jesualdo Bolaño Quintero, ‘Bolañito, le brotaban naturales, sabías y sinceras frente a esa multitud que lo escuchaba cantar, reír, predicar, pero sobretodo llevar su sincera fe cristiana, esa la que por décadas lo ha convertido en un ejemplo a seguir para muchos en los más de 65 países que ha visitado para predicar lo que un día lo convirtió en un hombre nuevo y lo sacó del mal camino.
Quienes lo escuchaban atentos eran los congregados de “La Fraternidad de Hombres de Negocios del Evangelio Completo” que celebraron este lunes 14 de diciembre de 2021 su cena navideña en ese lugar ubicado en el número 13695 SW de la 26 ST, de Miami.
“La pregunta es: ¿hay alguien esta noche que quiere abrir esa puerta llamada corazón para que el Señor pueda entrar y restaurarte?”, prosiguió Bolaño mientras le hablaba a venezolanos, cubanos, dominicanos, colombianos, hondureños y boricuas, entre otras personas, a las que la fe la une para convertirlas en mejores seres humanos y gentes de bien.
Entre diálogo y diálogo, el artista colombiano les interpretó canciones como “Así como voy”, “No te confundas”, “La Cura” y “Tengo un Dios”, varios de los éxitos que han encumbrado a este colombiano, hijo de Villanueva (La Guajira), esposo y pareja por más de 42 años de su paisana Ana Elina Campo, feliz padre de familia y abuelo y pionero de la música vallenata cristiana.
“Ha sido bendecido realmente”, dijo José Manuel Sikafi, líder de “La Fraternidad de Hombres de Negocios del Evangelio Completo” quien destacó no solo el papel de Bolaño sino también el de las personas que se congregaban para darle gracias a Dios por las bienaventuranzas.
“Estar en una reunión de esta importancia me compromete aún más a llevar la palabra del Señor, gracias por invitarme”, dijo Bolaño quien colocó a disposición de quienes así lo requieran o soliciten sus servicios artísticos no solo en Estados Unidos sino también en cualquier parte del mundo.
Con tal fin pueden llamarlo al 1-561-294-4063 y/o consultar sus redes sociales en Twitter, Instagram y Facebook.
MOMENTOS DE LA CENA NAVIDEÑA DE
"LA FRATERNIDAD DE HOMBRES DE NEGOCIOS DEL EVANGELIO COMPLETO"
Por Héctor Sarasti Ver a Martín Elías Díaz Varón es tener de frente al mismísimo
Martín Elías Díaz Acosta, el hoy desaparecido cantante, el hijo de El Cacique de
La Junta, Diomedes Díaz. Es la viva estampa.
Con dos salvedades: a sus 13 años
su acento entre cucuteño, vallenato, paisa y bogotano singularizan su hablar,
distinto al ‘cantaíto’ y muy valduparense de su padre y, a fecha de hoy, lo suyo
no es estar subido en una tarima siguiendo los pasos de El Gran Martín Elías
sino detrás de un balón buscando su sueño de ser futbolista profesional.
“Martincito”, como se le conoce, es la hechura al milímetro de su mamá, Claudia
Isabel Varón Sánchez, más conocida como Caya, una influencer digital y
empresaria que se da las mañas para no desamparar al amor de su vida, a su
eterno compañero, al que lo mismo se lo lleva a entrenar fútbol al gimnasio, que
al supermercado, que a un cumpleaños de alguien en otra ciudad o a cualquier
hecho que conlleve vivir por y para un hijo. No es ‘carreta’, ella suspira y
respira por “junior” como le dice con frecuencia, tanto para hablarle como para
reprenderle. Ella, puede decirse, es muy estricta con la formación de Martín.
(…que lo diga él…) Tanto ama a su hijo que muy de vez en cuando -por
no decir todos los días- se le aparece en las mañanas en la puerta de su cuarto
para entonarle una canción de cuna como si de un bebecito de tratara pese a que
es un adolescente, bastante despierto, por cierto: -“¡Buenos días, bendecido,
¿cómo estas?”, le entona ella. -“¡Muy bien!”, responde Martín junior
-”¡Este es un saludos de amistad!”, prosigue la mamá. -“¡Que bien!” -“¡Haremos
lo posible por hacernos más amigos, buenos días, bendecido, como estás!”,
concluye Caya mientras le aconseja: “Te levantas con amor, con alegría, para que
veas lo maravilloso que eres”. El periodista del programa Testigo Directo de
Rafael Poveda, Héctor Sarasti, viajó hasta la ciudad colombiana de Medellín para
hacer una semblanza de esta familia.
HEREDÓ EL MILLÓN DE AMIGOS…
“La bendición
más grande que Dios me dio en la vida, fue un niño, mi Martincito, un hombrecito
para impactar, él es quien saca lo mejor de mi como mamá y como mujer”, dijo
Claudia durante la entrevista.
¿Qué le heredó Martín a su padre Martín Elías
Díaz Acosta? “¡El millón de amigos!” Y explica ella: “es superamistoso, heredó
eso de tener un millón de amigos como su papá, heredó su sonrisa, heredó su
alegría con la gente, su físico y, sobretodo, su corazón: noble para tratar”.
¿Cómo ha sido llevar esa vida de una persona que pierde a su padre? Es Dios. La
respuesta es Dios. Dios fue el que permitió, en cada momento, darme las palabras
para hablarle a mi hijo. Yo le dije: tu papá siempre está presente y, por eso,
está en todas las partes y siempre recuérdalo, nunca lo olvides”.
¿Qué tanto
influye Dios en la educación de su hijo?
-“En todo. Dios es la base de todo, es
el que nos sostiene, yo debo de darle la gloria a él, ver a mi hijo, ver como él
me ha sostenido, ver como es el que va adelante de mi y de mi hijo y es la base
para la educación y para la crianza que yo le estoy dando a él”.
Claudia Varón
aunque es un personaje público, por lo general, no da declaraciones relacionadas
con su vida familiar ni entra en polémicas.
“Creo que es lo más importante que
mi hijo sepa a que persona tiene al lado”. Por eso esta frase resume parte de su
filosofía de vida: “Que hablen los hechos, que hable mi trabajo, que hable todo
lo que yo hago como mujer y como mamá, eso es lo mas importante”. En torno a la
crianza de su hijo, ella se pregunta y se responde para argumentarle al
periodista: “¿Cuál es la situación, la parte más difícil de ahí? la parte
paterna. Porque sea lo que sea, yo soy mujer y tratar de llevar los dos roles,
de ser papá y mamá a la vez creo que es lo mas difícil”.
Y orienta una respuesta
desde su fe religiosa: “El Señor Jesús es el que ha sido la parte paterna con la
ayuda también de mi papá y con el apoyo de mi mamá”. “Yo siempre vivo con él,
vivimos solo mamá e hijo, ser esa mamá que a la vez tiene que ser la mamá
tierna, un poquito alcahueta, pero también ser como el estilo paterno, ese ha
sido el rol más difícil”, reconoce Claudia Isabel mientras para por momentos de
esa vorágine comercial a que la lleva su profesión de administradora de empresas
y vendedora de varias marcas en el cuidado y belleza.
¿Qué valores ha querido
Caya Varón que su hijo tenga? El valor más importante es la confianza, de que él
sepa quién es en Dios. Yo pienso que los humanos somos como un árbol ¿cierto?
que él sepa y tenga sus raíces profundas, que comprenda que él nació con un
propósito, un propósito para entregar al mundo entero y que él sepa que no
necesita la aceptación del mundo porque Dios ya lo escogió para ser grande y de
ahí vienen los buenos hábitos, tan simples que todas las personas podemos hacer
como la lectura o hacer deporte”.
Para eso de educarlo, la mamá se sacó un
curioso invento: La Cita con Martín. “Es una reunión que siempre hacemos
normalmente todos los viernes. Allí hablamos de todos, pero le enseño a sonreír,
a perdonar y le digo que siempre debe tener el corazón dispuesto”.
“¿El por qué
de La cita con Martín, cuáles son los temarios y qué ha logrado? , pregunta el
periodista Sarasti. “En el mundo en el que estamos por el trabajo quizás no
tenemos oportunidad o el tiempo. Es una reunión donde podemos ir a comer y nos
preguntamos: ¿cómo te ha ido? Yo le cuento: hijo mira en el trabajo, en el
equipo, mis compañeras, mi mamá, mi papá, pasó esto, hable con tu tío, hablé con
tu madrina, hable con Mami Patri (Patricia Acosta, la abuela por parte de Martin
Elías), ahí nos conocemos interiormente porque hace falta la comunicación entre
padres e hijos”, explica. “Yo siempre le dije a mi hijo: te voy a apoyar en lo
que tu quieras”.
“El muy pequeñito le dijo a su papá: yo quiero ser futbolista
profesional. Y Martin me llamó y me dijo: -Caya: junior quiere ser futbolista
profesional, pero ¡Dios mío! usted si le ve talento?. A lo que le respondió
ella: “Hay que apoyar”. “Yo le dije a mi hijo: mi amor si quieres ser futbolista
profesional vas a ser el mejor”, puntualiza. Y le aconsejó: “Del promedio esta
lleno el mundo, todo el mundo somos promedio, yo no quiero criar un hijo
promedio. Esfuérzate. Eso es lo que yo le enseño a mi hijo, entonces tu no
naciste un futbolista, te tienes que hacer. Lucha por ese sueño”, le dice la
mamá al hijo emulando en parte aquella frase que su abuelo paterno cantara en la
melodía “Mi Muchacho” y que a la letra dice: “… que si te inspira ser zapatero
solo quiero que seas el mejor”. “Yo lo apoyo y por eso se entrena con personal
experto, con un deportólogo, con un fisioterapeuta, con un nutricionista.
Pequeñas acciones que tú hagas diariamente te harán grandes cambios”, cuenta
Claudia mientras almuerza en compañía de su hijo en un restaurante de algún
lugar de Medellín.
MARTINCITO: “CONMIGO NO ERA EL ARTISTA, ERA MI PAPÁ”
“Fue un
papá que siempre quiso lo mejor para mi que aunque me tuvo muy joven es
impresionante la manera como se puso los pantalones, tuvo la responsabilidad de
sacarme adelante”, dijo Martín Elías junior, un adolescente de más de 1.80 de
estatura, y que siempre tiene una sonrisa a flor de piel y una que otra chanza
que hacer. (…que lo digan sus amigos…) “Como papá me dejó muchos valores”,
aseveró el joven. “Hablaba todos los días con él, me daba consejos, yo creo que
fue más que un padre presente un padre real”.
“Conmigo era mi papá, no era un
artista” y me decía de cariño: “uy, habla hasta por los codos como la mamá”
Martincito, con ese buen humor que lo caracteriza, narra vivencias que le han
contado de su vida con el papá.
“Cuando yo era bebé me quedaba durmiendo con mi
papá y me levantaba pidiendo tete. Una vez él se paró para hacerme el tetero,
puso a hervir el agua y como a los 15 o 20 minutos mi mamá bajó y se lo encontró
que estaba dormido en la cocina”, dijo sonriendo. De los principios que sigue
opinó: “Yo digo que la disciplina y la constancia son algo muy importante no
solo para el canto o para lo que yo hago ahorita en un deporte sino para la
vida”.
“Mi papá tampoco la tuvo fácil, por ser hijo de Diomedes no la tuvo tan
fácil, a él le toco empezar desde cero, a rebuscársela, al principio se quedaba
con 20 mil pesos por toque, literalmente le daba todo a los muchachos del
conjunto”, narró el joven.
Del fallecimiento de su padre afirmó que no se enfoca
en ello: “Claramente eso duele impresionantemente, es duro, pero quiero seguir
avanzando. Yo digo que ahorita lo que hago, lo que estoy haciendo y lo que me
propongo a hacer es primero por Dios y para poner orgulloso a mi papá”. Usted
estuvo en el velorio de su padre en Valledupar, cuando usted ve esa multitud que
aclama a su padre, ¿qué pensaba? “Yo ya sabia quién era Diomedes, quién era mi
abuelo, quién era Martín Elías, quienes eran mis tíos pero no sabía que movían
tantas gente. Cuando yo vi todas esas personas me dio un sentimiento, pero igual
mucha alegría”. “Si lo lloran, si lo quieren personas que no tan tenido mi
acercamiento a él, imagínese yo, yo lo recuerdo con amor, con cariño de hijo
como un buen padre. “¿Cómo era el papá? “Me decía: hágale caso a su mamá.
Cuando
no vivíamos juntos, él no me regañaba, hablaba más bien con mi mamá y le pedía:
tu dime lo que esta haciendo Martín, qué esta haciendo mal, yo le hablo con
corrección pero no lo quiero regañar porque el tiempo que nos vemos es poco y
para yo regañarlo no quiero que se lleve un mal recuerdo mío”. Martín padre era
descomplicado al educar. “Mientras mi mamá me decía: no, hijo, si un niño a
usted lo molesta, tranquilo, hable con la profe y le dice y mi papá me decía: si
lo molestan hijo: ¡métale una trompa!”. Formas de pensar de las que el hijo
concluye: “Yo siempre digo que uno debe tener los dos extremos, pero uno debe
tener las dos formas de elegir para uno saber cual es la mejor, igual yo he
respetado lo que él me decía y lo que mi mamá me decía”. ¿Para usted quien es
Claudia Varon? Para mi es todo. Es mi amiga, mi consejera, yo creo que más que
una mamá es un apoyo incondicional, siempre esta conmigo. Yo sin ella en este
momento no seria quien soy, me quedo sin palabras, es una gran madre”. Y afirma
“El 50% de lo que yo soy, a parte del 100 que es de Dios, es gracias a lo que
ella me ha inculcado”. ¿Qué admira usted de su mamá? Es un ejemplo. Ella siempre
me inculca los hábitos como es mantenerme ocupado, cosas que me sumen. Siempre
me pone a estar ocupado, porque el primer error de un niño en una casa es estar
haciendo nada. Ella esta trabajando para llevar un hijo al mundo. Mi hijo es el
mejor ejemplo porque él fue el que me retó a mi” aseguró Martincito. En la
actualidad, Martín Elías es jugador de la sub14 del Atlético Nacional de
Medellín. Es defensa, pero de un tiempo a esta parte juega de delantero. Dicen
quienes lo conocen como su entrenador Juan Carlos Villa que, entre otras
cualidades, le pega duro al balón, es fuerte y tiene liderazgo”. Sonriendo
afirma que “mi mamá me dice todo lo que habla afuera de la casa hable en el
campo” ¿Qué jugador admira usted del fútbol colombiano? “Juan Guillermo cuadrado
y a Juan Fernando Quintero. De este último dice que sabe de la dura historia que
tuvo al perder también a su papá, aunque en circunstancias distintas, es una
misma ausencia. ¿Y en el extranjero? “¡A Cristiano Ronaldo!”. De él admira que
“tuvo que hacer sacrificios para lograr ser quien es ahorita, con la disciplina
y la constancia se puede llegar a los resultados y eso me inspira de él”. Para
finalizar la entrevista con Testigo Directo tira un versos: “Hijo de Martín
Elías, lo digo con emoción, nieto de Diomedes Díaz lo levo en mi corazón” En
este verso yo canto, me llamo Martín Elías, este verso es para Claudia que la
amo con mi vida” ¡Con mucho gusto!