viernes, octubre 26, 2012

UNA ELEGÍA SENTIDA A UNA ABUELA AMADA



EL COMENTARISTA les presenta un poema espontáneo de un joven ecuatoriano que homenajea a un ancestro en un tono sensible y agradecido a flor de piel.

Por: Kleber Wilfrido Barragan Hernandez
Ecuador.



Mi abuelita bella, tanto que compartiste con nosotros desde la niñez brindándonos tu amor, tu ejemplo en vida y demostrando a este mundo, contaminado, que los verdaderos valores morales y principios se demuestran y no solo se predican; y lo más importante luchaste contra viento y marea por conservar a tu lado la dicha de vivir en sagrado matrimonio.

Eras Lucrecia. Lucrecia Hernández Castillo, riobambeña, mujer de principios, trabajadora, buena amiga. Conoces a mi abuelo  Segundo Hernández, te casas por la iglesia con él, viven felices, traes al mundo a mi  madre, Aída Castillo Hernández a la que le diste con mucho sacrificio educación para que con los años fuera docente, aún sin tu tener mayores recursos económicos.
Con los años nacimos Kerly Pamela Silva Hernández, Diana Hernández Guevara,  yo y todos tus demás nietos y tu familia.

A mi, a pesar de las vicisitudes económicas me metiste en el corazón la fuerza del revolucionario, de aquel indígena de acero que siente el dolor y a veces no lo expresa y como dice la letra de la canción “cholo soy” del Cholo berrocal:

entonces ¿qué quieres?
¿qué quieres que haga?
¿que me ponga alegre
como día de fiesta
mientras mi hermanos
doblan las espalda
por 4 centavos que el patrón les paga?
¿quieres que me ría
mientras mis hermanos
son bestias de carga
llevando riquezas que otros se guardan?
¿quieres que la risa me ensanche la cara
mientras mi hermanos
viven en las montañas
como topos
escarba y escarba
mientras se enriquecen los que no trabajan?
¿quieres que me alegre
mientras mis hermanas
van a casas de los ricos lo mismo que esclavas?

Lucrecia te amo.

Recuerdo los días en los que, al callado de mi madre, me dabas bastante pan y mantequilla.

Siento que falleció  quien rezaba tanto por toda la familiaahora debemos cuidarnos el triple. por cuestiones personales no estuve cerca de ti en tu suspiro final…Tu legado y recuerdo indeleble y tu ejemplo permanecerán en el tiempo.
Te ganaste la admiración de toda tu familia por tus más de 90 años en la faz de la tierra, dejando profundas reflexiones de vida y de moral.
“Caminante detén tu andar porque mi abuela no murió solo esta descansando hasta el juicio final”

Firmado. Tu nieto.

Nieto eternamente agradecido...
Paz en tu tumba, madre de mi madre, origen de mis orígenes

He aquí mi presencia pues he prometido
que venía a verte aunque estuviera afligido,

tu no sabes como eso afecta a mi corazón.

Dios mío ayúdame y nunca permitas que mi alma
se destrose con está visita a mi ABUELITA, que  no me escucha.

Estando ahí acostada no me mira, no me abrasa, no me dice nada...

Te noto pálida, no eres la misma, te falta la sonrisa
que dibuja tu carisma, te siento muy fría y tus labios resecos.
Inútil te ves pero eso no importa porque te amo.
Te amo y amaré como eras y nunca sentiré lo mismo con otras mujeres,
Dios me creo para quererte a ti,
yo maldigo el momento en que te perdí,
y esta perdida, ABUELITA, es indudablemente eterna.
Quisiera inventarme una luz moderna que alumbrara el camino de la felicidad
porque sinceramente no acepto la realidad,
un ser humano no es capaz de aguantar este peso
yo sufro me remuerdo y lloro en exceso si crees que exagero
pues lo hago por ti, porque demuestro lo que tu significas para
mi, ABUELITA, 
TE AMO...
¡QUE DOLORRR!
¡PERDONAME POR NO HABER ESTADO A TU LADO EN TU ÚLTIMO SUSPIRO...!
TE AMO BELLA DAMA