domingo, mayo 29, 2011

TULIO MAESTRE: EL AIRE DE LA MELODIA

El buen acople de una agrupación musical da parte del éxito como conjunto. Y uno de esos puntales son los instrumentos de aire. Hoy crónica de un músico de esta categoría. En la foto, primer plano, izquierda, Tulio Maestre Rodríguez (bombardino) y José Liñán (saxofón). Hacen un solo a expensas del cantante Diomedes Díaz. Semblanza de esa joven figura, Tulio Maestre Rodríguez.

Por: Héctor Sarasti
EL COMENTARISTA

La exigencia aquella que alguna vez le hicieran a los padres de Tulio Maestre Rodríguez para obtener un cupo en el Colegio Nacional María de la Concepción Loperena, de Valledupar, como era esa de que debía integrar la banda musical de la institución si quería estudiar allí le vino como anillo al dedo al marcar parte del rumbo que emprendería su vida con el pasar de los tiempos. Corría finales de la década de los 90ª. Y su vida de adolescente perfilaba lo que sería su vida de mayor: músico.

Aficionado desde su niñez a insuflarle aire a todo tubo musical, Maestre Rodríguez cayó así en las manos del maestro de maestros de Valledupar, Néstor García, reputado músico valduparense formador de decenas de muchachos ávidos de hacer camino en esa inmensa sabana de la música vallenata. Maestre no perdió semejante ‘viajao’ y se dejó llevar en el arte musical por la senda marcada por García, quien actualmente es director de la Casa de la Cultura de Valledupar.

Escogida la senda viajó al centro de Colombia, a Tunja, capital del departamento (provincia/estado) de Boyacá. Donde franqueó las puertas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) para estudiar la Licenciatura en Música. Allí se cascó lo que había que cascarse. A saber:

Apreciación e historia de la música, educación auditiva, lectura y fundamentos de música, instrumento principal y práctica de conjuntos, armonía, coro, literatura y análisis de la música, agrupaciones musicales, diapasones, instrumentación y arreglos y todo un largo etcétera de áreas del conocimiento que lo dejaron, literalmente, Listo pa’ la foto…

En ese andar boyacense recuerda con especial agradecimiento a su maestro Jairo Rodríguez quien con diligencia lo orientó en la interpretación. Quedaba así delineada su senda en la música ejecutada con instrumentos de vientos, entre ellos, el bombardino y que ahora solo va recorriéndola al paso que marcan sus escasos 29 años de edad.

Y a pesar de esa juventud ha colaborado musicalmente con agrupaciones como la de Silvestre Dangond, Farid Ortíz, Martín Elías, Luifer Cuello, Alfonso y Emiliano Zuleta; el Grupo Cole, de Méjico; y de la joven promesa musical Gilberto Mejía. Actualmente trabaja en la Organización Musical de Diomedes Díaz.

Del niño aquel de 6 años inquieto por hacer sonar todo lo que fuera cilíndrico, con hueco o teclas, al adulto que acompaña la interpretación el bombardino o la trompeta, hay una gran diferencia. Entonces tocaba por afición, hoy por profesión. Marcó punto importante en su recorrido como músico, también, haberse ganado un cupo en la orquesta sinfónica de viento de Boyacá cuando estudiaba en esa ciudad del centro de Colombia.

Pero, el giro de su vida profesional dio un vuelco cuando integró la agrupación de Silvestre Dangond y, hoy por hoy, la de Diomedes Díaz.

Por circunstancias fue invitado en 2003 en Cúcuta a acompañar el toque de la canción “Caracoles de Colores” de la agrupación de Diomedes Díaz. Dejó una huella pequeña que, con el paso de los meses, le permitió integrar la organización.

Tulio no olvida el día aquel en el que hizo su primer toque con el conjunto. Todos los músicos llegaron a tarima, se organizaron y esperaron el arribo del cantante, mientras interpretaban el famoso popurrí introductorio que antecede a la llegada del cantante.

Subido al escenario, Díaz, entre ovaciones y gritos del público se acercó discretamente a Maestre, diciéndole: “Bienvenido al grupo y me alegra que hagas parte de él”. Las breves pero directas palabras han encadenado, desde entonces, toda una trayectoria artística que lleva ya más de 7 años al lado de ese cantante y en la que ha compartido presentaciones tanto en Colombia como en el extranjero.

“Destaco de él la calidad humana, su desprendimiento y lo servicial que es, él ha entregado su talento al público a pesar de sus dificultades y todo eso se refleja en sus canciones”.

Encima de la tarima queda de Maestre Rodríguez no solo su arte musical sino también, en él, el sabor del deber cumplido.

LA VIDA EN FOTOS

En compañía de José Liñán, otro músico vallenato.

En tarima haciendo la ejecución del bombardino. Fuenlabrada (España)


Tulio Maestre y Alvaro José Arroyo, el "Joe".


Con las manos en la masa...

Al fondo, derecha, a todo pulmón.

Maestre Rodríguez se caracteriza, además de su buen hacer musical, por su buen humor.

Con la agrupación en pleno.


Con los compañeros de profesión y trabajo.


...De trabajo en los estudios de grabación...


...Durante un día descanso en la intensa gira europea finalizada hace dos meses.

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